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En la vida podes ser el mejor del mundo, un genio, un gran artista, un heroe, millones de cosas, pero sin amor, siempre vas a ser el 2do.

domingo, 24 de octubre de 2010

Terminar para empezar

Deje de manejarlo y de controlarlo

Dejar de manejarlo y controlarlo significa no ayudarlo ni
aconsejarlo. Supongamos que este otro adulto a quien usted
está ayudando y aconsejando tiene tanta capacidad como usted
para encontrar un empleo, un apartamento, un terapeuta, una
reunión de A. A., o cualquier otra cosa que necesite. Quizá no
tenga tanta motivación como usted para encontrar esas cosas
para sí mismo, o para solucionar sus propios problemas. Pero
cuando usted trata de solucionarle sus problemas, él queda
liberado de su propia responsabilidad por su propia vida.
Entonces usted queda a cargo del bienestar de él, y cuando sus
esfuerzos fallan, él la culpará a usted.
Permítame darle un ejemplo de cómo funciona esto. Con
frecuencia recibo llamadas de esposas y novias que desean
concertar una cita para su pareja. Yo siempre insisto en que
sean los hombres quienes concierten la cita. Si la persona que
se supone será el paciente no tiene suficiente motivación para
elegir su propio terapeuta y concertar su propia cita, ¿cómo
espera estar motivado para seguir en terapia y trabajar por su
propia recuperación? Antes, en mi carrera de terapeuta, yo
solía aceptar esas citas, pero después siempre recibía otra
llamada de la esposa o novia para decirme que él había
cambiado de idea respecto de consultar a alguien, o que no
quería ver a una mujer terapeuta, o que quería ver a alguien
con distintas credenciales. Entonces esas mujeres me
preguntaban si podía recomendarles a otro profesional a quien
pudieran llamar para concertar otra cita para él. Aprendí a no
aceptar nunca citas concertadas por alguien que no fuera el
paciente y a pedir a esas esposas y novias que vinieran a
verme por ellas mismas.
No manejarlo ni controlarlo también significa salirse del rol
de alentarlo y elogiarlo. Es probable que usted haya utilizado
esos métodos para tratar de que él hiciera lo que usted quería,
y eso significa que se han convertido en herramientas para
manipularlo. El elogio y el aliento están muy cerca de la
presión, y cuando usted hace eso nuevamente está tratando de
controlar la vida de él. Piense por qué usted alaba algo que él
ha hecho. ¿Lo hace para ayudar a elevar su amor propio? Eso
es manipulación. ¿Lo hace para que él continúe con la conducta
que usted está elogiando? Eso es manipulación. ¿Lo hace para
que él sepa lo orgullosa que está? Eso puede ser una carga
pesada para él. Deje que él desarrolle su propio orgullo a partir
de sus propios logros. De otro modo, se acercará
peligrosamente a un rol de madre para con él. El no necesita
otra madre (¡por mala que haya sido su madre!) y, lo que es
más pertinente: usted no necesita que él sea su hijo.
Significa dejar de observarlo. Preste menos atención a lo
que él está haciendo y más atención a su propia vida. A veces,
cuando usted comience a abandonar estas conductas, su pareja
"elevará su apuesta inicial", por así decirlo, para que usted siga
observándolo y sintiéndose responsable por el resultado. De
pronto, las cosas pueden ir de mal en peor para él. ¡Deje que
así sea! El debe solucionar sus propios problemas, no usted.
Deje que él asuma toda la responsabilidad por sus problemas y
todo el crédito por sus soluciones. Manténgase afuera. (Si usted
está ocupada con su propia vida y practicando su propio
desarrollo espiritual, le resultará más fácil apartar los ojos de
él.)
Significa desprenderse. Para eso es necesario que usted
desembarace su ego de los sentimientos de él y,
especialmente, de sus acciones y los resultados de las mismas.
Es necesario que usted le permita ocuparse de las
consecuencias de su conducta, que no lo salve de su dolor.
Puede continuar queriéndolo, pero no lo cuide. Permítale
encontrar su propio camino, tal como usted está tratando de
encontrar el suyo.

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